Este año el mundo de las salas de escape se han visto gravemente afectados por la situación generada por el COVID-19. Ha sido uno de los sectores más afectados por pertenecer al ocio, dejando así muchos negocios cerrados y aun sinfín de personas que disfrutan de este tipo de ocio en sus casas.
A partir de esta situación hubo que reinventarse. Para saciar las ganas de escapar, de resolver enigmas y de adentrarse en una nueva aventura, surgieron los Escape Room virtuales. Han sido juegos creados por empresas y escapistas que han permitido tener un poco más cerca todo este mundo.
Aquí os dejamos un recogido de las principales diferencias existentes entre un Escape Room virtual y un Escape Room en vivo.
Como es de esperar, en un Escape Room en vivo todo se vive en primera persona. La inmersión es directa y estando como protagonista directamente sobre un escenario. Este matiz se pierde en el caso de los Escape Rooms virtuales, hecho que se intentan solventar con algún video que te sumerja en la historia o un texto en el que se explique el contexto.
Este aspecto en un Escape Room en vivo es clave, es lo que te hace entrar de lleno y sentir que realmente formas parte de la historia que estás intentando resolver. En los Escape Rooms virtuales este aspecto se pierde por completo. Estás en casa intentando resolver una serie de enigmas en los que la ambientación no juega ningún papel.
Son la parte clave de ambos tipos de Escape Rooms. En el Escape Room virtual permite jugar mucho más con la tecnología y por supuesto abaratar costes de producción, cosa que permite poder tener más variedad e ingenio. En los Escape Rooms en vivo permite que se pueda interactuar directamente con los enigmas, que se puedan buscar y relacionar entre sí para poder conseguir el objetivo y poder desarrollar todos nuestros sentidos.
Este aspecto siempre es totalmente relativo para cada persona, lo mismo pasa con estos dos tipos de modalidades. La dificultad en un Escape Room virtual no es poca, los enigmas suelen ser más trabajados para que el tiempo no quede excesivamente corto. En los Escape Rooms en vivo los enigmas a resolver tienden a ser más fáciles, ya que hay que relacionarlos entre sí, buscando por distintas salas y conectando todo tipo de información.
En un Escape Room en vivo la interacción es constante. El equipo es la pieza clave para poder conseguir los objetivos. La comunicación es fluida y la comunicación verbal es fundamental, aspecto que se pierde en un Escape Room virtual. La comunicación en este tipo de juegos se puede hacer mediante diferentes aplicaciones que permitan la videollamada, pero hay muchos matices que se pierden. Hay veces que las diferentes partes de los equipos no ven lo mismo en pantalla y eso complica la resolución de los enigmas, necesitando así unas grandes habilidades comunicativas para hacerte entender. Una de las mayores ventajes en este punto de los virtuales es que tener un equipo no es estrictamente necesario.
La relatividad del tiempo se hace más evidente en los Escape Rooms virtuales. La mayoría tienen un indicador aproximado de cuanto se tarda en realizarlo pero no hay nada que te obligue a abandonar el juego si superas el tiempo estimado.
En los Escape Rooms en vivo una vez superado el tiempo máximo por sala, el juego finaliza.
Como habéis podido comprobar ambos tipos de Escape Room tienen sus ventajas y sus desventajas. Actualmente no son dos tipos de ocio excluyente, ambos se pueden realizar y disfrutar de diferente manera, aunque para una experiencia completa recomendamos los Escape Room en vivo. Podéis ver algunos de nuestros favoritos en el RANKING.
Si os habéis quedado con saber más sobre los Escape Rooms virtuales, aquí podéis encontrar todo tipo de información.