Estos últimos días, muchas editoriales están liberando juegos para todas aquellas personas que están confinadas en casa. Es el caso por ejemplo, de juegos Print&Play (imprimir y jugar) o de iniciativas en las redes sociales como Crímenes Ilustrados.
La empresa Cocolisto son especialistas en gamificar eventos para empresas y particulares. Utilizan técnicas de aprendizaje que trasladan la mecánica de los juegos al ámbito educativo-profesional con el fin de conseguir mejores resultados, ya sea para absorber mejor algunos conocimientos, mejorar alguna habilidad o potenciar el trabajo en equipo.
Ya vimos mediante su escape room online Escape Room Multiconferencia: Perdidos en el Espacio la buena acogida de estos juegos entre los jugadores tanto casuales como experimentados.
Esta vez, en colaboración con Planeta de Libros, han liberado el primer capítulo de uno de sus Escape Books: Do It Yourself! creado por Ivan Tapias, fundador y diseñador de enigmas de Cocolisto.
¿De que va el Escape Book?
Sois un equipo de élite de la policía dedicado a resolver los casos más difíciles. Hoy Habéis recibido en la comisaría un paquete que no pinta nada bien. El paquete contiene seis extrañas maletas y una de ellas hace tic-tac. ¡Es una bomba!
¿Cuántas personas pueden jugar?
El número de jugadores recomendado es de dos a cinco, más el Game Master (que es la persona que prepara y dirige la partida).
¿Hay un máximo de tiempo para la partida?
El tiempo recomendado es un máximo de sesenta minutos como en todos los escape rooms, pero no pasa nada si la partida se alarga.
¿Cómo se juega?
En primer lugar, hay que decidir quién va a ser el Game Master, es decir, quien va a preparar la partida sin que lo vean los demás jugadores. Para ello, hay que imprimir el juego, colocar las páginas 1-6 encima de la mesa donde tendrá lugar la partida y, a continuación, esconder el material que se indica en las instrucciones en la zona para el Game Master. Una vez hecho esto, el GM leerá la descripción del juego y el resto del grupo ya podrá empezar a jugar.
